Plan de higiene y limpieza: qué es y qué necesitamos
El plan de limpieza y desinfección es un documento que se redacta dentro de un plan global de control de la higiene en espacios de trabajo.
Porque, aunque siempre es importante mantener la planta y el material limpios, hay casos en los que es necesario intensificar nuestros esfuerzos y aplicar un procedimiento más estandarizado. Así conseguimos ser más precisos y cumplir con las exigencias sanitarias y de prevención que marcan muchos de nuestros clientes de sectores específicos y muy controlados, como el alimentario.
Siguiendo este ejemplo, los microorganismos que vienen del exterior y que nosotros mismos portamos pueden afectar a los procesos de producción de alimentos, de ahí la importancia de llevar a cabo el plan de prevención que marca el propio cliente según lo que se le exige. Para visualizarlo sin entrar en detalle, seamos esquemáticos. Podemos estructurar este plan en los siguientes pasos:
1. Introducción. En este punto se analiza el trabajo y se establecen los métodos y responsables. También se distingue lo que será limpieza, desinfección y zonas de mayor riesgo.
2. Estado de suciedad y su clasificación. Según si es suciedad libre (no fijada en las superficies y de fácil limpieza), incrustada o adherente (que está fija y requiere acción química o mecánica para su limpieza): Se define la naturaleza (bebidas, polvo, grasa, etc.) y su relación con la superficie.
3. Niveles de riesgo. Se estima del 0 al 4 y se establecen las consecuencias sobre los protocolos de limpieza y desinfección.
4. Etapas de limpieza y desinfección. Varía según los productos de limpieza/desinfección que se vayan a utilizar, siendo de 5 pasos o de 7.
5. El agua y los productos. Según qué producto se utilice, deben tenerse en cuenta factores como la temperatura del agua, la pureza o la cantidad. Por ejemplo, los desinfectantes se usan siempre con agua fría, los detergentes u otros productos deben seguir las instrucciones de fabricante y no se deben usar productos que el cliente no haya aprobado como válidos para su industria. No se mezclan productos y es obligatorio el uso de guantes específicos.
6. Métodos y material de aplicación. Protocolo para la utilización de los recursos, su almacenaje, lo que no se puede y sí se puede hacer con ellos y cómo aplicarlos.
7. Redacción de documentos. Inventario, protocolos específicos y registros de control.
8. Plan de control. Control visual, microbiológico y ambiental de los resultados.
Cada industria tiene unas necesidades y una normativa diferente, por eso existen protocolos específicos que permiten trabajar con más agilidad. Un buen plan de higiene no es aquél que tiene más páginas, sino el que responde mejor a las necesidades del cliente. Por eso trabajamos codo con codo con las industrias para adaptarnos, aprender con ellos y hacer nuestro trabajo de forma que ellos puedan seguir haciendo el suyo con la mayor seguridad.