Oficinas

Lo que las plantas pueden hacer por ti en la oficina

Una frase muy de abuelas es que las plantas dan vida. Pues bien, la vida no sabemos, pero calma y aire puro, desde luego. Las hay terrestres, vasculares, verdes; grandes, pequeñas, de interior, de exterior; las hay perennes, anuales, bienales; las hay con flor y sin flor; las hay para elegir y todas pueden hacer algo por ti en el trabajo.
Varios estudios afirman que una oficina con plantas es un 15% más productiva.

  • Disminuyen el estrés.
  • Crean un ambiente más agradable, cómodo y puro —ya que mejoran el aire—.
  • También reducen el ruido y pueden disminuir el absentismo y las enfermedades.

La periodista y escritora Helen Russell destacó en su tesis doctoral que las plantas en la oficina reducen un 37% la tensión y la ansiedad; la depresión cae un 58% y la hostilidad un 44%. La fatiga también logra reducirse un 38%.

En un entorno de trabajo en el que pasamos casi todo el tiempo frente a una pantalla, rodearse de plantas afecta positivamente en la productividad. Esto es posible gracias a que se descarga el nivel de CO2 y se purifica el aire, evitando que acabes cada día con dolor de cabeza. Así también notamos un mayor confort y sentimos menos tensión. Además, las plantas, como pasa con los setos en los jardines, hacen de barrera para el sonido y ayudan a crear ambientes de mayor intimidad; muchas veces, sin necesidad de recurrir a una mampara fría o a un muro que, no solo quitará luz y creará barreras, sino que nos hará caer de nuevo en ese tipo de funcionalidad sistemática y ciega que una oficina no necesita para atraer y retener personas con talento y ganas de trabajar.

En cuanto al absentismo, ¿en serio? ¿cómo? Lo dicho, un espacio de trabajo agradable, verde, donde las personas se sientan cómodas y no se palpe tensión en el ambiente; un lugar que trasmita libertad, frescor y pureza, donde haya vida, es un lugar donde todo el mundo querrá quedarse.
Con esto no queremos decir que tengas que convertir tu oficina en el terrario de un camaleón. La virtud, amigo, está en el término medio y en tu buen criterio a la hora de distribuir las plantas de manera lógica para que jueguen su papel de manera eficiente, creando ese espacio agradable que buscamos. ¿Sabes ya por dónde empezar?

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