Limpieza y puesta a punto de tu aire acondicionado

Ya es primavera. Ha llegado el polen (este año causando menos estragos para los alérgicos, gracias a las mascarillas que no nos queda otra que llevar puestas todo el rato y que, en este aspecto, resultan no ser tan molestas para muchos); llegan las flores, los colores, el optimismo, la libertad —esa sensación que viene con el buen tiempo, la ilusión que da poder salir a respirarlo y las ganas de comerte el verano que está por llegar. Quizás eso es a lo que se refieren cuando dicen transformándolo en rima, que la primavera altera la sangre—, y seguro que pronto la libertad de verdad, la que tanto deseamos.

Con la primavera hay algo que llega también por sorpresa, una sorpresa en parte anunciada, ineludible año tras año: el primer día de calor real. Ese primer día en el que el coche, tras escasos cinco minutos al sol, te avisa de que es momento de encender el aire acondicionado al llegar a casa. Nosotros queremos ser ese coche hoy mismo para darte tiempo a poner tu sistema de aire acondicionado a punto.

Antes de encender por primera vez el aire acondicionado hay que ocuparse de limpiarlo para eliminar las impurezas y la suciedad que suelen acumular cuando no se utiliza durante el resto del año. Es decir, lo ideal es limpiarlo después de un tiempo sin uso, habitualmente, justo antes del verano.

Al hacerlo conseguimos eliminar bacterias que puedan hacer sufrir a los que más sufren de problemas respiratorios y un aire más puro. También evitarás ese típico mal olor al encenderlo, muchas averías y un gasto extra en tu factura de la luz. Un aire acondicionado limpio es más eficiente: enfría más y gasta menos energía.

• Limpia los filtros. Tras descolocar el filtro, puedes limpiarlo con una aspiradora o sumergirlo en agua fría y cepillarlo con jabón antibacteriano, si están muy sucios. Eso sí, deberás dejarlos secar antes de colocarlos de nuevo.
• Limpia el split interior. Utiliza jabón y agua y céntrate en las rejillas. Déjalo secar o utiliza un paño limpio para hacerlo y colócalo.
• Revisa la unidad exterior. Puedes pasarle un cepillo a la batería de intercambio o limpiarla con aire a presión y comprobar que los tubos y las entradas de aire no están obstruidos.
• Comprueba que no hay pérdidas en el depósito de gas. Si notas una fuga (puede ocurrir si tu aire necesita muchas cargas durante el verano) contacta co un profesional que te ayude a repararlo.

Existen cada día más opciones para prescindir del aire acondicionado (casas más eficientes, con aislamiento y sistema de ventilación especial), aunque la solución más rápida y, casi siempre menos costosa, es la instalación de aires acondicionados. Para un uso responsable y más sostenible, se recomienda mantener una temperatura estable de 25ºC y no cambiarla todo el rato. Esto debería ser más que suficiente para crear un ambiente de confort sin necesidad de convertir la estancia en un iglú. También es buena idea programar siempre el tiempo que estará funcionando. Así evitamos que esté encendido más de la cuenta en caso de que se nos olvide apagarlo.

Solo necesitas media hora para hacerlo, y hoy mejor que mañana. Tu salud y tu bolsillo ya te lo están agradeciendo.